La definición de una palabra  fundamental en el ministerio

La definición de una palabra fundamental en el ministerio

Dr. Peter Masters

EL AUTOR RECUERDA su consternación cuando, durante la ceremonia de iniciación de un pastor en una iglesia grande y famosa de Norte América hace poco menos de cuarenta años, el nuevo pastor anunció su “política” a la rebosante congregación. Durante un buen rato y con lujo de detalles rechazó la idea de que el término “evangelio” significara exclusivamente la predicación de los temas de salvación, e insistió que se refería a “todo el consejo de Dios”. Por tanto, explicó a la multitud que estaría predicando el evangelio conforme expusiera a detalle todas las doctrinas de la fe. En otras palabras, este hábil predicador anunció que no predicaría a menudo sermones específicamente evangelísticos. Bajo su ministerio esa gran iglesia experimentó gran inquietud porque siempre había sido una iglesia evangelística. Un importante siervo de Dios había sucumbido a la filosofía de que el término “evangelio” es meramente un sinónimo de “toda la Biblia”.

Durante años este autor ha retado a hermanos en el ministerio a que encuentren tan solo un pasaje donde la palabra “evangelio” sea usada en un sentido impreciso o en uno amplio; pero no es posible hacerlo. Como ya hemos afirmado, siempre es usada en un contexto que permite solamente un significado, es decir, las doctrinas del evangelio que salvan almas y estas predicadas de manera que ganen almas. El Señor conceda que esta selección de textos ayude a restaurar la verdadera fuerza de este término inestimable. 

 

Marcos 1:14-15: 

Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado;  arrepentíos, y creed en el evangelio”.

El significado de “evangelio” en este pasaje [...] se define como la necesidad de arrepentirse y creer.

No puede haber duda acerca del significado de “evangelio” en este pasaje, ya que se predica a la población en general, a aquellos que necesitan las buenas nuevas. Se define diciendo que trata del reino y de la necesidad de arrepentirse y creer. El Señor anuncia el cumplimiento de las promesas mesiánicas y apremia a sus oyentes a responder. 

 

Marcos 16:15:

Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura”.

Aquí el término “evangelio” se refiere a algo que es adecuado para que sea predicado a toda persona en el mundo. Claramente, no es nuestro deber explicar todos los detalles de la doctrina cristiana a toda criatura; lo que proclamamos a todos son los elementos que salvan almas. En este texto, por tanto, el término “evangelio” se define a sí mismo. Es imposible que sea un sinónimo de “todo el consejo de Dios”.

 

Lucas 4:18:

El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad a los cautivos, y vista a los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos”.

Aquí también es obvio que el “evangelio” (o buenas nuevas) es un mensaje de sanación de almas, salvación, liberación y de dar entendimiento a aquellos que son espiritualmente ciegos. 

 

Lucas 9:6: 

Y saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio y sanando por todas partes”.

Los doce discípulos emprendieron un ministerio de proclamación, anunciando la llegada del Señor y llamando a la gente a que lo escucharan y creyeran en Él. Declararon un mensaje limitado: el mensaje de que creyeran que Cristo era el Mesías. No fue “todo el consejo de Dios”, mucho del cual todavía ellos mismos desconocían. 

 

Hechos 8:25:

Pedro y Juan “en muchas poblaciones de los samaritanos anunciaron el evangelio”.

El significado de “evangelio” es evidente por un comentario previo (versículo 12) acerca de la predicación de Felipe: “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el evangelio del reino de Dios y el nombre de Jesucristo, se bautizaban hombres y mujeres”. Lucas solo podía estar describiendo un recorrido de predicaciones “evangelísticas”. 

 

Hechos 14:7-15

Y allí predicaban el evangelio […] diciendo […]: Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo”.

Aquí se describe la predicación del evangelio como razonar con la gente y reconvenirla para que se aparten de las cosas vanas y vacías. Describe la obra misionera de Pablo en Listra y Derbe, y las regiones circunvecinas.

 

Hechos 15:7:

Pedro se levantó y les dijo: Varones hermanos, vosotros sabéis cómo ya hace algún tiempo que Dios escogió que los gentiles oyesen por mi boca la palabra del evangelio y creyesen”.

El término “evangelio” denota la predicación que guía a los perdidos a creer en Cristo.

Otra vez se utiliza el término “evangelio” como un término que denota el tipo de predicación que guía a los perdidos a creer en Cristo.

 

 

Romanos 1:16:

Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree”.

Las memorables palabras de Pablo definen “evangelio” como el mensaje que lleva a la salvación.

 

Romanos 10:13-15: 

Porque: todo aquel que invoque el nombre del señor será salvo […]. ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? […] ¡Cuán hermosos son los pies de los que anuncian el evangelio del bien!" (LBLA) 

Y aún otra vez, “evangelio” se refiere específicamente a las buenas nuevas de la salvación dirigidas a los que no son convertidos.

 

Romanos 15:20-21: 

Y de esta manera me esforcé a predicar el evangelio, no donde Cristo ya hubiese sido nombrado, para no edificar sobre fundamento ajeno, sino, como está escrito: Aquellos a quienes nunca les fue anunciado acerca de él, verán; y los que nunca han oído de él, entenderán”.

Aquí Pablo utiliza el término, al igual que siempre, en un sentido estrictamente evangelístico, ya que se dirige a personas que no han escuchado el evangelio y no son salvas.

 

1 Corintios 1:17-18, 21 y 23:

No me envió Cristo a bautizar, sino a predicar el evangelio […] Porque la palabra de la cruz es locura a los que se pierden; pero a los que se salvan […] es poder de Dios. Pues […] agradó a Dios salvar a los creyentes por la locura de la predicación […] nosotros predicamos a Cristo crucificado”.

El “evangelio” es el mensaje de Dios para traer almas a lasalvación, y se centra en la muerte expiatoria de Cristo

 

 ¿Quién podría negar que este pasaje sea exclusivamente acerca de evangelismo? Aquí “evangelio” es expresa y concretamente el mensaje que Dios emplea para traer a las personas a salvación, y se centra en la muerte expiatoria de Cristo por pecadores necesitados.

 

1 Corintios 4:15:

Porque aunque tengáis diez mil ayos en Cristo, no tendréis muchos padres; pues en Cristo Jesús yo os engendré por medio del evangelio”.      

Aquí Pablo utiliza el término “evangelio” en una manera muy significativa pues lo describe como el medio para el nuevo nacimiento.

 

1 Corintios 9:18-19: 

¿Cuál, pues, es mi galardón? Que predicando el evangelio, presente gratuitamente el evangelio de Cristo […] siendo libre de todos, me he hecho siervo de todos para ganar a mayor número”.

Con estas palabras Pablo fija de una manera firme el término evangelio a la obra evangelística. “Ganar” (utilizada cinco veces en todo el pasaje) define el significado de “evangelio” como el mensaje que añade individuos a la iglesia, es decir, evangelismo.

 

1 Corintios 15:1-2:

Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos”.

Aquí el evangelio es ese componente específico de la verdad de Dios que las personas que no son convertidas oyen en el momento de su salvación. Pablo inmediatamente procede a explicar que trata acerca de “que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras”. 

 

2 Corintios 4:3-4:

Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo”.

Pablo explica que está hablando de un mensaje que da la luz de la salvación a personas que no han sido regeneradas.

 

Gálatas [varios versículos]:

En esta epístola el término “evangelio” se usa doce veces en conexión con el tema de la justificación por fe en vez de mediante las obras, y ni una sola vez con un sentido más amplio o extenso.

 

Efesios 1:13:

En él también vosotros, habiendo oído la palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la promesa”.

El término evangelio solo se podría referir aquí a las doctrinas que tratan de la salvación de las almas.

 

Filipenses 1:12:

Quiero que sepáis, hermanos, que las cosas que me han sucedido, han redundado más bien para el progreso del evangelio”.

Esta es una de las nueve veces que se usa el término “evangelio” en Filipenses, y el contexto deja claro que se está hablando de evangelismo. La palabra traducida progreso significa literalmente avance. El “evangelio” progresó en el sentido de que fue pro­clamado mucho más a las almas perdidas.

 

1 Tesalonicenses 1:5-6:

Pues nuestro evangelio no vino a vosotros solamente en palabras, sino también en poder y en el Espíritu Santo […]. Y vosotros vinisteis a ser imitadores de nosotros […] habiendo recibido la palabra […]” (LBLA). 

Este es otro más de los incontrovertibles ejemplos de que “evangelio” se refiere al ministerio evangelístico.

 

2 Tesalonicenses 2:13-14:

Dios os ha escogido desde el principio para salvación […]. Y fue para esto que Él os llamó mediante nuestro evangelio” (LBLA). 

Este texto también muestra que el “evangelio” es específicamente la llamada a la salvación.

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Este estudio ha reiterado extensamente el punto que hemos estado tratando y con ello se ha corrido el riesgo de ofender la inteligencia de los lectores por ser tan obvio el caso que se busca probar. Sin embargo, es esencial que la nueva definición de ­“evangelio” sea desacreditada y rechazada. Esta definición ya ha hecho suficiente daño y merece que se exponga su falta de fundamento y cuán potencialmente letal es para el evangelismo bíblico.