Este mensaje nos explica que la santidad viene solo por la ayuda de Dios; también por qué los ateos no pueden mejorar y que los creyentes pueden resistir la obra de Dios en ellos. Después se habla de las buenas obras para las que fuimos convertidos, y se señalan obstáculos y ayudas. Finalmente vemos la importancia de dar toda la gloria a Cristo y la tragedia de la cultura de la celebridad evangélica.