Desde el juicio del “fuego extraño” hasta la partida del Sinaí, estudiamos la preparación de los israelitas respecto a (1) aprender a conservar la presencia de Dios, (2) mantener pureza, y (3) luchar por un ideal de dedicación verdadera. Aquí encontramos un patrón para las iglesias de hoy en día.

Los propósitos principales y específicos del libro de Números vistos a través de los ojos del Nuevo Testamento, siendo los israelitas un tipo de la Iglesia. Aquí encontramos el concepto de la “iglesia trabajadora”, que rara vez se sigue hoy en día, el llamamiento para la guerra y el activismo, la fe, la santidad, el orden y la centralidad de la adoración en todo.

En ese entonces se cumplieron promesas de prodigios mayores que la de cruzar el Mar Rojo y posteriormente en la historia de la Iglesia también se cumplieron, e incluso hasta hoy en día se cumplen, siempre y cuando los que son salvos se esfuercen por cumplir las condiciones mencionadas: no transigir, honrar las obligaciones espirituales y estar consagrados al servicio de Dios.

Dios retiró su presencia de los Israelitas después de que hicieran el becerro de fundición, y los limitó a una experiencia (o grado) a nivel solo de “preservación”, que hoy en día se refleja cuando albergamos mundanalidad y otros pecados. El mensaje también presenta la intercesión de Moisés y su experiencia especial de la gloria de Dios, con enseñanzas.